LECTURAS:
Hechos 17 :1-15
Salmo 66: 1-11
1 Pedro 2: 1-10
EVANGELIO: San Juan 14: 1-14
El Camino de Santidad
La Comunidad Cristiana está formada por personas de todo género, clase, raza o cultura, pero que tienen algo en común: haber sido elegidos por Dios para ser santos.
Sólo se requiere un condicionante para formar parte de esa Comunidad: creer que Jesucristo es el Mesías, el Hijo de Dios. Desgraciadamente, tanto las lecturas bíblicas como nuestra experiencia de cada día, nos demuestran que la fe no es de todos y que, muchas veces, a la incredulidad le acompaña una hostilidad más o menos abierta contra los creyentes.
Cuando se trata de encontrar razones para la Fe, el Evangelio que hemos compartido nos aporta dos:
- Los hechos milagrosos (sin parangón) realizados por Jesús.
- El cumplimiento de las oraciones que, en su Nombre, se elevan al Padre.
Una tercera razón que, personalmente, es la que más me interesa destacar aquí, podemos hallarla en Juan 7: 17:
"el que quiera hacer la Voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta".Es decir: aquella persona que, honestamente, busca hacer el bien, se sentirá atraida por Jesús y movida a reconocer la verdad de sus enseñanzas. Esta persona ya no estará bajo el "dominio" de las convenciones sociales o culturales. Conocerá la Verdad y será liberada de toda atadura.
No obstante hay otros dos requisitos que deberán ser tenidos en cuenta:
- Que nos despojemos de una serie de vicios y actitudes pecaminosas, como son: malicia, engaño, hipocresía, envidias y toda maledicencia (1 Ped 2 : 1).
- Que deseemos, sobre todas las cosas, conocer la pura y original Voluntad de Dios, específica para cada uno de nosotros.
De este modo, el creyente en Cristo podrá vivir una vida plena, llena de optimismo (aun enmedio del sufrimiento y la persecución) porque sabe que "todo es vuestro y vosotros de Cristo y Cristo de Dios" (1 Cor 3 : 23).
Oración del Día
Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, Tú eres santo en todas tus obras.
Aparta de nosotros toda falta de fe y llénanos, con los perfectos dones de tu gracia. Amén.
Elaborado por José Luis Mira Conca