martes, 24 de marzo de 2015

Semana Santa, Reflexión, Confesión y Restauración

Martes Santo: Jesús anticipa a sus discípulos
la traición de Judas y las negaciones de Pedro.*

Semana Santa

Con motivo de la conmemoración de la Semana Santa, días para recordar el sacrificio perfecto para una gracia perfecta, la Iglesia Episcopal de San Pablo se une a la programación especial propia de estos días santos:


Jueves Santo: 02 Abril 2015 Santa Cena 19.30h
Viernes Santo: 03 Abril 2015 Culto 19.30h
Sábado Santo: 04 Abril 2015 Culto 19.30h
Domingo de Resurrección: 05 Abril 2015 Santa Cena 12h

Te invitamos a recordar con nosotros estas fechas, días de reflexión, confesión y restauración en nuestro camino hacia la santidad.

Más información en nuestra web:
https://sites.google.com/site/iglesiaepiscopaldesanpablo/


*Reconocimientos de autor de la imagen:
Christ and the Apostles - Tiffany Glass & Decorating Company, c. 1890 por Daderot. - I took this photo at the Richard H. Driehaus Gallery of Stained Glass, on the Navy Pier, Chicago, Illinois, USA. This artwork is now in the public domain because of its age. There were no prohibitions on photography at the gallery, and no assertions of copyright or any other form of restriction on reproduction.. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons.




sábado, 14 de marzo de 2015

Enfrentarse al Pecado



ENFRENTARSE AL PECADO: LA ESTRATEGIA DE DIOS


Éxodo 20: 1-17
Salmo 19: 7-14
Romanos 7: 13-25
EVANGELIO:  San Juan 2: 13-22


La Revelación de la Voluntad de Dios a través de los Diez Mandamientos entregados a Moisés, constituye el corazón de la Ley  y es en sí una buena noticia.

Los Mandamientos del Señor, como tantas veces se nos recuerda en los Salmos, y de modo evidente en el que hemos recitado (Salmo 19) iluminan nuestros pasos y son motivo de alegría interior cuando los reconocemos como tales e intentamos  cumplirlos.


Y aquí viene el reverso de la moneda. El Apóstol Pablo nos recuerda -con claras e incisivas palabras- que no está en nuestra mano el cumplirlos todos de una manera perfecta y -más aún- que en nuestro corazón y voluntad hay un enemigo escondido que nos induce a quebrantarlos (la "carne", en terminología paulina).

De ahí que la condición humana sea muy problemática, porque en cualquier área de la vida que queramos considerar, se halla sometida a dos fuerzas antagónicas que escinden nuestra voluntad y nos impiden  poseer la rectitud, la "santidad", exigida por Dios para poder estar en su presencia.

¿Cuál es entonces la diferencia entre el justificado o redimido y el perdido?

Pues que -en realidad- sólo el primero es verdaderamente consciente de esta contradicción, por cuanto es el único que  desea ser "perfecto" y someterse voluntariamente a la Ley de Dios.

Algunos autores han sostenido que, si se diera a un verdadero cristiano la posibilidad de renunciar a este mundo (y a los placeres perversos que implica el pecado) a cambio de estar inmediatamente con Cristo, no lo dudaría por un momento: elegiría estar ya con Cristo.
Por lo tanto, el cristiano cuando peca lo hace más por impotencia o debilidad que por verdadero deseo de pecar.

Por el contrario, el perdido sólo se refrena por las leyes y convenciones humanas. No peca más, no porque no lo desee, sino porque tiene miedo de las consecuencias. Si pudiera hacerlo sin castigo no dudaría en seguir indiscriminadamente todos sus deseos.

Por supuesto que no está dispuesto a renunciar a cosa alguna de este Mundo por estar con Cristo, porque -para empezar- ni le ama ni le conoce: para él o ella sólo es un personaje histórico más, cuando no una invención humana para fastidiarle "la fiesta".

Deberíamos ahora preguntarnos ¿qué es entonces lo que saca en claro el cristiano de su condición como redimido?

 Pues....algo muy importante: la limpieza y renovación de su conciencia por obra de la pura Gracia de Dios. Es decir: aunque el cristiano es muy consciente de ser un pecador incorregible, o difícilmente corregible, su acogimiento de la oferta de Salvación en Cristo Jesús le hace disfrutar de una buena conciencia para con Dios, día a día, minuto a minuto.

Bien es verdad que episodios como el de Jesús expulsando a los mercaderes del Templo, nos invitan a pensar que Dios no se conforma con una conversión "sólo de labios" y que la conversión del corazón (metafóricamente representada por la purificación del Templo) requiere de un constante acercamiento al Dios vivo que se opera por medio de la oración.

Sólo así podremos ir adquiriendo algo de esa "santidad" que se requiere para estar en la presencia de Dios.

Elaborado por José Luis Mira Conca




viernes, 13 de marzo de 2015

Facing the Sin



FACING THE SIN: THE STRATEGY OF GOD



The Revelation of the Will of God through the Ten Commandments given to Moses, is the heart of the Law and is in itself good news.

The commandments of the Lord, as is so often reminded us in the Psalms, and evident way in which we recited (Psalm 19) illuminate our steps and are of inner joy as we recognize and try to fulfill them.
And here comes the reverse of the coin. The Apostle Paul reminds us, with clear and incisive words, that is not in our power to meet them all in a perfect manner and-even more- than in our hearts and will there is a hidden enemy that causes us to break them (the "flesh" in Pauline terminology).
Hence, the human condition is very problematic, because in any area of life we want to consider, it is subject to two opposing forces that split our will and prevent us that we have righteousness, "holiness" demanded by God being in his presence.

What then is the difference between justified or redeemed and the lost?

Well, only the first the first truly are aware of this contradiction, because they are the only one who really want to be "perfect" and voluntarily submit to God's law.
Some authors have argued that, if a true Christian is given the opportunity to renounce this world (and perverse pleasures that involves sin) in exchange for being immediately with Christ, do not hesitate for a moment: choose to  be with Christ .

Therefore, the Christian when he sins does more for impotence that true desire to sin.
By contrast, lost only restrained by human laws and conventions. No more sin, not because they want to, but because they are afraid of the consequences. If they could do without punishment not hesitate.
Of course they are not willing to give up some things of this world to be with Christ, because -for start- neither love or know Him: for he or she is just a historical figure most, if not a human invention to annoy " the party ".

We should now ask what is it that clearly apport to Christians their  status as redeemed. Well .... something very important: the cleaning and renovation of their conscience, work of pure grace of God. That is: although the Christian is very conscious of being an incorrigible sinner , or hardly correctable , his recourse to the offer of salvation in Jesus Christ makes him or her enjoy a good conscience toward God , day by day, minute by minute ... .

It is true that episodes like Jesus expelling the merchants from the temple , invite us to think that God is not content with a spoken conversion but only by conversion of heart (metaphorically , the cleansing of the Temple). This requires a consistent approach to the living God who works through prayer.

Only by this way we'll be able to acquire a part of that holiness that is required to be in the presence of the Lord.


Author: José Luis Mira Conca