domingo, 30 de diciembre de 2012

1º Domingo después de Navidad
2er.Diumenge després de Nadal

Lecturas:

Salmo 147: 13-21
Isaías 61: 10 – 62:3
Gálatas 3: 23-25; 4: 4-7
 Evangelio: San Juan 1: 1-18


Somos una Iglesia Cristiana que utiliza la Liturgia no sólo para rememorar sino para evocar los hechos salvíficos realizados por nuestro Señor Jesucristo, dotándolos de una permanente actualidad.

Los Tiempos Litúrgicos son parte del kairós divino: un tiempo de Gracia en el que se facilita la conversión que necesitamos para poder ser hoy seguidores de Cristo y ciudadanos del Cielo mañana.

Las lecturas del día y otros signos litúrgicos (el cirio encendido) refuerzan nuestra percepción del Tiempo de Navidad como una ocasión especial para gustar la bendición divina.

 De un modo físico y tangible ... Dios ha venido a nuestro Mundo y quiere formar parte de nuestras vidas, para que sean vidas llenas de sentido, vidas encaminadas hacia esa experiencia de plenitud que todos anhela- mos y que nos muestra el verso que antes hemos leído: “la luz verdadera que alumbra a todo hombre venía a este mundo” ( S.Juan1 : 9).

 La Escritura emplea también otras expresiones, que demuestran esa voluntad de bendición: se nos insta a vernos como novios o novias, enjoyados para nuestra boda (Isaías 61:10) o como esclavos que son rescatados y elevados a la condición de hijos.

 Hay un designio favorable, un tiempo de gracia, para nosotros y para todos…que debemos aprovechar. No podemos ni debemos engañarnos acerca de la naturaleza transitoria e insatisfactoria de los bienes y placeres que nos ofrece el Mundo. Todos los que han nacido de Dios (S. Juan 1: 13) están llamados a superar cualquier tipo de fijación o dependencia de ellos, para llegar a ser verdaderamente libres y herederos de una herencia eterna en el Cielo.

No queremos decir que los bienes de este Mundo sean en realidad males…, no; en realidad son el signo de los bienes mejores, de naturaleza espiritual, que podemos encontrar cuando vivimos con Dios, cuando hemos dado un lugar (preferente…) a Jesús en nuestras vidas.


ORACION DEL DIA / ORACIÓ DEL DIA

Dios todopoderoso, tú has derramado sobre nosotros la nueva luz de tu Verbo Encarnado: concede que esta luz, que arde en nuestro corazón, resplandezca en nuestra vida; mediante nuestro Señor Jesucristo. AMÉN.

Déu totpoderós, Vos haveu derramat sobre nosaltres la nova llum del vostre Verb Encarnat: concediu que esta llum, que crema en el nostre cor, resplandisca en la nostra vida; mediant Jesucrist nostre Senyor. AMEN.


domingo, 23 de diciembre de 2012

Los niños decoran el árbol de Navidad

Como años anteriores, los niños han decorado el árbol de Navidad de la Iglesia Episcopal de San Pablo, en Alicante. Con la orientación de adultos, en especial de Ninfa Durán Dixon, los niños revisaron de manera divertida temas cristianos sobre estas fechas y elaboraron la decoración del árbol con estrellas, escaleras, figuras de ángeles, corazones, etc. Las reuniones se realizaron los días sábados por la tarde durante las semanas de Adviento, con la presencia de familiares. Los miembros de nuestra Iglesia disfrutamos de los resultados en nuestro salón principal.

Foto: Ninfa Durán Dixon

domingo, 29 de abril de 2012

4º Domingo de Pascua 4rt.Diumenge de Pasqua

LECTURAS / LECTURES Salmo 23 Hch 4: 32-27 1 S.Juan 3: 1-9 EVANGELIO: San Juan 10: 11-16 COMENTARIO BÍBLICO Existe hoy día una tendencia a presentar “el amor” como lo único importante en la vida de la Iglesia y de los creyentes. Es cierto que el objetivo de Dios es recrearnos a la imagen de Jesucristo, para compartir su Vida y su Misión, que no es otra que restaurar la Creación en el Amor de Dios. Pero vivir en el Amor de Dios tiene sus dificultades. No podemos olvidar el estado del que partimos. No podemos confundir el Amor de Dios con el amor humano, tan contradictorio y limitado. Sería absurdo despreciar todas las enseñanzas que contiene la Biblia y la tradición de la Iglesia acerca de estas cuestiones. Enseñanzas que se pueden sintetizar en varias “doctrinas”, acerca de las cuales existe un grado de acuerdo bastante significativo entre las diversas iglesias. Entre ellas destaca la de la UNION CON CRISTO que se presenta repetidas veces en la Sagrada Escritura, bien bajo la alegoría del Pastor y sus ovejas, o con la imagen de la Vid y los sarmientos. Esta doctrina es tal vez la que más presente deba estar en nuestro dia a dia: EL CRISTIANO, UNIDO A CRISTO A TRAVÉS DE LA FÉ (explicitada y hecha púbica en su participación en los Sacramentos) PUEDE ESTAR RAZONABLEMENTE SEGURO DE SU ELECCIÓN, DEL CUIDADO PATERNO Y AMOROSO POR PARTE DE DIOS Y DE SU PERSEVERANCIA FINAL Y GLORIFICACIÓN. Esta doctrina se complementa con la contenida en 1 Juan: 4-9 y que se expresa como la IMPECABILIDAD DEL CRISTIANO. Debemos ser prudentes al interpretar esta expresión: no se trata de que el cristiano no pueda pecar (sabemos por experiencia que esto no es así…). Lo que quiere decir es que el cristiano, unido a Cristo por la fé y los sacramentos, no podrá perseverar en una vida de pecado, porque en él, en ella, existe un principio de vida más alto que, forzosamente, le devuelve a una relación correcta con Dios y con su Prójimo. Finalmente, nos encontramos –en Hechos 4: 32-27- con la doctrina de la COMUNICACIÓN CRISTIANA DE BIENES: un verdadero cristiano no puede conformarse con poner un pequeño donativo en la colecta dominical. Los creyentes en Cristo forman una Fraternidad en la que es - o debería ser- impensable que unos vivan en la abundancia, mientras que otros padecen necesidad. Construir la Comunidad Cristiana exige poner en común no sólo lo que tenemos, sino también (incluso antes…) lo que somos, incluyendo nuestras habilidades y talentos. Nunca por obligación, sino por amor.