domingo, 29 de noviembre de 2015

La Profecía del Fin (Segunda Parte)

1.DOMINGO DE ADVIENTO
1er. Diumenge d'Advent

LECTURAS:
Zacarías 14: 4-9
Salmo 50: 1-6
1 Tes 3: 9-13
EVANGELIO:  San Lucas 21: 25-38

La Profecía del Fin (Parte 2)


Resulta difícil "orientarse" en medio de todas las imágenes, a través de las cuales se nos trata de hacer comprensible lo que pueda significar el Final de los Tiempos.

En la Biblia (especialmente en lo relativo al Antiguo Testamento) es literatura judía, destinada a lectores judíos, no predomina el lenguaje conceptual que, hasta hace poco, caracterizaba la forma de pensar de Occidente, tan influida por la Antigüedad Clásica.

Los escritores sagrados (hagiógrafos) empleaban un lenguaje icónico que, sin duda, conseguía impresionar las conciencias, pero que a nosotros nos suscita -muy rápidamente- preguntas moduladas por el racionalismo ambiental: ¿CUÁNDO? ¿DÓNDE? ¿CÓMO? (etc) que no tienen una fácil contestación precisamente.

En la anterior meditación sobre este tema planteábamos algunas dificultades:

- alusión de los textos, bien a "finales" parciales (como el de la Nación Judía en el siglo I) o bien al Fin en sentido estricto.
- posible aplicación de los textos, bien a Israel, bien a la Iglesia, o bien a ambos.
- posible cumplimiento de las profecías en sentido literal, en sentido alegórico, o en ambos.

Lo mismo podríamos decir en cuanto a las alusiones a la "restauración" o la "victoria" del Pueblo Elegido....

En cualquier caso, debemos tratar de hallar un sentido general, que pueda guiar nuestros pasos, sentido que es accesible más por iluminación espiritual que por una exégesis basada en el método histórico-crítico.

Así, en la primera lectura, las imágenes del FUEGO y de la TEMPESTAD (....) podemos interpretarlas en el sentido de que el Fin supondrá la superación de los falsos valores y de las falsas seguridades terrenales, en fin: una auténtica conmoción, seguramente no tanto física sino psíquica y, en último término, espiritual.

Es también importante la imagen relativa al derramamiento del Espíritu (ver. 8) y la referencia al Monte de los Olivos (ver. 4) los cuales podemos poner en directa relación con el ministerio de Jesús que es, en sí, un ministerio "apocalíptico" que pone en marcha el Juicio de Dios, el cual se despliega a lo largo de la Historia, hasta la consumación de ésta.

En la segunda lectura debemos fijar nuestra atención en el ruego del apóstol: "que Él afirme vuestros corazones, que os haga irreprochables en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos".

Nuestros corazones, fácilmente volubles, necesitan ser domados y "redireccionados" hacia las cosas (los afectos) celestiales. El pensamiento del pronto regreso de Jesucristo es, tal vez, el mejor medio para evitar distracciones y trabajar esforzadamente en la santificación de toda nuestra vida (obviamente con la Gracia de Dios).

Finalmente, el pasaje más interesante del Evangelio y que, ciertamente, nos ilustra mucho más que la mayoría de imágenes que hemos considerado, es el versículo 35: "porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan la faz de la Tierra". Es una descripción bastante transparente del acceso de toda la Humanidad a un superior nivel de , conciencia en el que el engaño, la mentira, etc, serán simplemente imposibles.

Los efectos de ese cambio sobre el medio natural y, por supuesto, el social ... serán tan enormes que tendrá pleno sentido la expresión de Apocalipsis 21:1
"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva".
Amen

"Ven Señor Jesús"
Maranatha


Elaborado por José Luis Mira Conca