Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba,
donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. (Colosenses 3:1-2)
Cristo nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta! No con la vieja levadura, la levadura de
malicia y de maldad, sino con el pan ázimo de sinceridad y verdad. (1Corintios 5: 7-8)
Estamos en los cuarenta días de Pascua, los días que Jesús estuvo con sus discípulos antes de su ascención al cielo y después de su resurrección. Dios nos llama a vivir en el poder de la resurrección. Mucha gente piensa que esto significa vivir siempre con éxito en una vida sin problemas, sin desgracias. Pero eso no es la verdad.
Vivir en el poder de la resurrección no es siempre tener éxito; significa ser como Jesús: perdonar a nuestros enemigos, bendecir a quienes nos persiguen, dejar la ira, el enojo, la malicia, la blasfemia, las palabras deshonestas, la mentira, el odio, el egoísmo, etc. Es ser renovado, transformado por el Espíritu Santo, revestidos de nuevo, no conforme al mundo sino conforme a Cristo. ¡Esto es vivir en el poder de la resurrección! ¡Aleluya! ¡Sí, podemos con la gracia del Señor!
CRISTO NUESTRA PASCUA
¡Aleluya!
Cristo, Nuestra Pascua, se ha sacrificado por nosotros.
¡Celebremos la fiesta!
No con la vieja levadura, la levadura de malicia y maldad,
sino con el pan ázimo de sinceridad y verdad. ¡Aleluya!
Cristo, siendo resucitado de los muertos, ya no muere;
la muerte ya no tiene señorío sobre él.
Su muerte fue un morir al pecado de una vez para siempre,
mas su vida es un vivir para Dios.
Así también ustedes, considérense muertos al pecado,
pero vivos para Dios en Jesucristo nuestro Señor.
¡Aleluya!
Cristo ha sido resucitado de los muertos,
primicia de los que durmieron;
Porque habiendo venido por un hombre la muerte,
también por un hombre vino la resurrección de los muertos.
Pues así como en Adán mueren todos,
así también en Cristo todos serán vivificados. ¡Aleluya!
Fuente: Libro de Oración Común. Administración de los Sacramentos y otros Ritos y Ceremonias
de la Iglesia (1981). Conforme al uso de la Iglesia Episcopal. Church Publishing, New York.
HOMBRES DE FE
Como aquéllos que por la fe
alcanzaron la promesa,
yo quiero correr esa carrera.
Como aquéllos que caminaron
y se sostuvieron,
conmoviendo al invisible,
hoy pongo mi mirada en Jesús.
Por lo cual levanto las manos caídas,
y las rodillas paralizadas.
Gloria a Cristo, gloria al Rey
Gloria a Cristo, gloria al Rey.
Porque tú eres ejemplo de vistoria,
porque tú eres ejemplo de valor,
porque tú eres ejemplo de vistoria,
porque tú eres el gran vencedor.
Gloria a Cristo, Gloria al Rey (2)
Porque tú eres ejemplo de victoria (etc.)
Autor: Desconocido
