viernes, 22 de marzo de 2013

Cuaresma, tiempo de reflexión


Terminemos Epifanía celebrando la luz de Cristo, la luz que Cristo ha traído al mundo. Esta luz que Simón Pedro, Jacobo y Juan vieron en el monte de la Transfiguración cuando Jesús hablaba con Moisés y Elías envueltos en la luz divina. La presencia de Moisés y Elías significa que Jesús es el cumplimiento de la Ley de Moisés y de los profetas del Antiguo Testamento.

La cuestión de Cuaresma es: ¿la luz de Cristo está brillando dentro de nosotros hacia el mundo? En otras palabras, ¿la gente podría ver la luz de Cristo en nosotros?

Jesús dijo: Vosotros sois la luz del mundo. Procurad que vuestra luz brille delante de la gente, para que - viendo el bien que hacéis – todos alaben a vuestro Padre que está en el cielo.

Cuaresma es un tiempo de reflexión. Una revisión del alma, ¿estamos más cerca de Dios o más lejos de Él? ¿Somos más como Jesús o menos? El reto de cada cristiano es ser como Jesús, en todos los aspectos de nuestro ser, vida y manera de actuar. Es imposible hacer esto sin la ayuda de la gracia de Dios. En Cuaresma, reconocemos nuestra falta de bondad y reconocemos que Jesucristo es nuestra bondad.
Todos nosotros estamos lejos de la gloria de Dios, pero Dios en su bondad y de manera gratuita nos ha librado de culpa mediante el sacrificio de Cristo Jesús.

NUESTRO CÁNTICO

Padre, me acuerdo de que ayer
te hice una promesa de seguirte para siempre.
Pero escucho tantas voces,
hay tantas distracciones empujando mi corazón.
Soy tentado por las cosas de este mundo,
por filosofías y poderes que me siguen,
necesito tu guía.

Guíame al lado de Jesús,
guíame en tus caminos,
ayúdame Señor.

Escucho tu sabiduría,
guiando el camino de rectitud y paz.
Pero la batalla continúa,
quiero que Tú seas el capitán de mi voluntad.
Soy tentado por las cosas de este mundo,
por filosofías y poderes que me siguen,
necesito tu guía.

Guíame al lado de Jesús,
guíame en tus caminos,
ayúdame Señor.

Autor: Desconocido